top of page

La Asuncion De la Virgen

 

La Asunción de la Virgen con las demás verdades que sobre Ella nos enseña la Sagrada Escritura. Para ellos este gran privilegio es como una consecuencia necesaria de amor y la piedad filial de Cristo hacia su Santísima Madre, y encuentran sus raíces bíblicas en aquel insigne oráculo del Génesis que nos presenta a María asociada con nuestro divino Redentor en la lucha y la victoria contra la serpiente infernal. Y por lo que al Nuevo Testamento se refiere, consideran con particularísimo interés las palabras con que el arcángel saludó a María: Dios te salve, la llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre las mujeres. Según ellos el misterio de la Asunción puede ser un complemento lógico de la plenitud de gracia otorgada a la Virgen y una particular bendición, contrapuesta por el Altísimo a la maldición que recayó un día sobre la primera mujer.

COMENTARIOS

 

Phone:  7867573464
Email:  emmaluciaduran@gmail.com

.

El alma de María estuvo siempre exenta de toda mancha; su cuerpo inmaculado no experimentó nunca la mordedura de la concupiscencia; su carne fue siempre pura y sin mancilla, como puros y sin mancilla fueron siempre su espíritu y su corazón. En María todo fue ordenado, nada hubo de lucha pasional, ninguna inclinación al pecado, todo respiraba elevación, virginidad y pureza, ¿Cómo, pues, podría un cuerpo que era todo luz y candor convertirse en polvo de la tierra y en pasto de gusanos? Y aún cobra mayor fuerza esta argumentación si tenemos en cuenta que la carne de María era y es la carne de Jesús: de qua natus est Iesus. ¿Podría Cristo permitir que aquel cuerpo inmaculado, del que se amasó y plasmó su propio cuerpo, sufriera la humillante putrefacción del sepulcro, secuela y efecto del pecado original? Si el desdoro y humillación de la madre redunda y recae siempre sobre los hijos, ¿no redundaría sobre el mismo Hijo de Dios esta humillación de la Virgen, su Madre?.

 

El cuerpo de María había sido el templo viviente en que moró durante nueve meses la persona adorable del Verbo encarnado. En ese cuerpo virginal puso el Altísimo todas sus complacencias. Lo quiso limpio de toda mancha. Para ello no escatimó mimos de Hijo ni prodigios de Dios, primero al ser concebido en el seno de Santa Ana, y después al encarnarse en sus entrañas el Hijo del Altísimo. Y si realizó tales prodigios, que implican una rotunda derogación de las leyes por Él mismo establecidas, ¿puede concebirse siquiera que no lo preservara después de la corrupción del sepulcro, cuando para ello bastaba anticipar una prerrogativa que al final de los tiempos disfrutarán todos los elegidos?

 

 http://www.infovaticana.com/2013/08/15/la-asuncion-de-la-virgen/

Location:

 

  • Twitter Clean
  • w-facebook

© 2015 Emma Lucia Duran Martinez 

Proudly created with Wix.com

bottom of page